Otra vez los “salvadores” de la Patria
Montevideo, 4 de julio de 2017.
A 44 años del golpe de estado cívico-militar, mientras desde ámbitos políticos, sociales, académicos, se llama a la reflexión de lo vivido para generar conciencia y garantías para que estos hechos no se repitan, el comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, hace nuevas declaraciones.
Lanza, como una pedrada en la cara de todos, un discurso peligroso y engañoso, a contrapelo de los muchos esfuerzos que desde hace años se vienen haciendo por el fortalecimiento de las instituciones democráticas.
Hace pocos días defendió sus prebendas económicas; ahora, al más aberrante de sus privilegios: la impunidad.
Nos recuerda viejos tiempos y, lamentablemente, constata que aún no han sido superados.
La falta de justicia, los años de impunidad de los crímenes cometidos por los civiles y militares golpistas, explican en parte este discurso agresivo que pretende pasar el mensaje de que a la gente le “importa un comino” vivir en dictadura o en democracia. No nos extraña porque esa ha sido la continuidad de la institución que comanda.
Como brazo ejecutor de la política de Terrorismo de Estado, las FFAA encabezadas en esos años por el dictador Gregorio Goyo Álvarez, siguen siendo cómplices hoy, bajo la conducción de Manini Ríos, de los delitos cometidos contra nuestros familiares desaparecidos. Hoy los siguen desapareciendo.
El actual comandante del Ejército continúa avalando con este discurso el golpe de estado. Así lo han hecho los sucesivos comandantes desde el año 85 sin consecuencia alguna. Nunca demostraron arrepentimiento por el dolor que se causó a la población ni por los crímenes cometidos, y menos aún asumieron la responsabilidad que les cabe.
Manini Ríos sólo habla de condicionar “su pedir perdón” a terminar con los reclamos por Verdad y Justicia, valores pilares en una democracia.
No está dispuesto a asumir la responsabilidad que reclamamos: colaborar con la justicia, aislar a los criminales, modificar las fuerzas armadas. No está dispuesto a cambiar su forma de interpretar el pasado reciente. Esto no nos extraña pues no ha habido fisuras desde la recuperación institucional. No siente ni indignación ni repudio por la tortura aplicada sistemáticamente; por los asesinatos y secuestros; por la desaparición forzada y por las mil y una arbitrariedades e injusticias, en suma por el Terrorismo de Estado aplicado contra todo el pueblo uruguayo.
El Comandante Manini Ríos sólo quiere impunidad para los suyos, mantener sus privilegios.
Y obviamente no está solo. Muchos oficiales se niegan aún hoy, en 2017, a poner una simple placa, como sucedió en el cuartel de Durazno donde el jefe del Batallón se resistió a que fuera recordado el asesinato de Oscar Fernández Mendieta en ese lugar. O como recientemente, cuando en medio de una visita ocular decretada por la justicia en el Batallón de Ingenieros Nº 4, se realizó una “parada” militar intimidatoria.
Lo que sí nos extraña y lo consideramos realmente grave, es la falta de respuesta del sistema político. Del gobierno, de los parlamentarios, de los ministros, de la justicia, de los partidos. Es llamativo que nadie de los poderes del Estado salga al cruce de semejantes aseveraciones. En el pasado el justificar algunos actos y considerarlos como “sin mucha importancia”, fue abonando el camino del Golpe de Estado. No repitamos una historia que queremos evitar.
Los poderes del Estado democrático, y principalmente el presidente de la república como comandante en jefe de las FFAA, deben asumir su responsabilidad y de una vez por todas no mirar para otro lado, y tomar las medidas que correspondan para que desde filas de las instituciones militares no se atente contra los valores democráticos.
Esto es una cuestión del presente, esto es una preocupación permanente: velar por las libertades y la república.
Eso es lo que en definitiva reclamaban las decenas de miles de personas que el pasado 20 de mayo marcharon por todo el país tras la consigna: Impunidad: responsabilidad del Estado, ayer y hoy.
Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos