Felices 19 años GIAF!

Hoy queremos saludar y reconocer al GIAF en su 19 aniversario.

A lo largo de todos estos años, han demostrado trabajar con dedicación, en una tarea militante que se manifiesta a través de un esfuerzo incansable, donde la perseverancia triunfa a pesar de todos los silencios cómplices. A pesar de la información que escasea y llega a cuentagotas, este grupo humano se ha dedicado a excavar y remover en cada batallón y rincón con la esperanza siempre intacta de localizar e identificar a nuestros familiares detenidos y desaparecidos.

Desde sus inicios, el GIAF se ha comprometido en la búsqueda e investigación para encontrar a nuestros familiares. Hoy, gracias a su trabajo, nos hemos reencontrado con Ubagésner, Fernando, Julio, Ricardo, Eduardo y Amelia.

Les enviamos un abrazo fraterno a todas las personas que han formado parte de este grupo y a aquellas que hoy lo integran, así como a todos quienes han colaborado a lo largo del tiempo. Sabemos que seguirán trabajando el tesón de siempre para poder encontrar a todas y todos, y así alcanzar la tan anhelada Verdad.

Homenaje a Amelia Sanjurjo Casal

Estimados compañeros y compañeras,

La Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos junto a su familia convoca a homenajear y despedir a Amelia Sanjurjo Casal, el próximo jueves 6 de junio, de 9.30 horas a 14:30 horas en la Universidad de la República, desde allí partimos al Cementerio de La Teja.

Este jueves, Amelia vuelve a su casa, a su familia y a su pueblo

Bienvenida Amelia!

Montevideo, 28 de mayo de 2024.

Amelia, la “Pocha”, nació el 23 de setiembre de 1936; tenía 40 años cuando se la llevaron. Vivía en Colón barrio que supo cobijarla y quererla. Antes de su detención, trabajaba como vendedora de libros.
Gran lectora, siempre dispuesta a contar una historia a los chiquitos que quisieran escucharla.
Amelia era una mujer dulce, coqueta, cálida, distraída pero de gran temple; así la describen quienes la conocieron. Paciente y tozuda con su cabello alborotado y su hablar pausado. Con su infaltable sonrisa. Muy sacrificada, dedicó su vida entera a su militancia y fue consecuente con ella hasta el final: “como militante, era incomparable cómo militaba ella, día y noche militaba, no le importaba la hora que volviera a su casa”; así la recuerdan: militante de alma.
Amelia fue secuestrada un dos de noviembre de 1977 en la vía pública. Fue trasladada al Centro Clandestino de Detención “La Tablada”.
Hace casi un año, el 6 de junio de 2023, sus restos óseos fueron hallados en la trinchera N°405 del Batallón N°14 de Toledo. Recién hoy, podemos darle un nombre. Hoy: Amelia vuelve a su casa, a su familia y a su pueblo.
Desde la Asociación de Madres y Familiares de uruguayos detenidos desaparecidos, no podemos más que agradecer el trabajo incansable de la Fiscalía Especializada, al equipo de búsqueda de la Institución Nacional de Derechos Humanos, al GIAF y al EAAF. Ha sido el trabajo en conjunto el que nos ha permitido poder arribar a la identificación de nuestra compañera en lo que ha sido un proceso lento y doloroso, pero que hoy finalmente nos permite llegar a la verdad de su nombre.

Conferencia de Prensa – 29a. Marcha del Silencio

Montevideo, 19 de mayo de 2024

Buenas tardes a todas y todos,

Mañana, lunes 20 de mayo a las 19:00, marcharemos una vez más por la avenida 18 de julio en un silencio absoluto, sosteniendo las fotos de nuestras familiares detenidas y detenidos desaparecidos, como cada año desde 1996. Nuevamente, las calles de la avenida principal de la capital se llenarán de personas reclamando por verdad, memoria y justicia, bajo la consigna: ¡Ellos saben dónde están! Exigimos respuestas. Nunca Más Terrorismo de Estado.

A lo largo y ancho de todo nuestro país esta consigna se replicará, así como en otros países, convencidos de que este reclamo es justo y necesario.

Nuestro pueblo ha abrazado esta causa, entendiéndola como justa y necesaria, y es quien sostiene y construye a mayo como el mes de la memoria. La marcha es una síntesis del trabajo que se viene realizando a lo largo de todo mayo e incluso antes. 

Ya hace mucho tiempo que esta marcha ha dejado de ser nuestra, de los y las familiares, para ser de una gran parte del pueblo uruguayo, que la abriga y la sostiene, haciéndonos llegar muestras de afecto y esperanza que nos hacen posible continuar esta lucha. Mayo es el mes donde todas las generaciones se unen para sostener la memoria; las calles se visten con margaritas y fotos, con pintadas que recuerdan y reclaman, que dicen presente.

Este año volvemos a encontrarnos para reclamar por las respuestas que aún hoy se nos niegan. Una vez más, exigimos ¡que nos digan dónde están! Las Fuerzas Armadas, quienes secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a nuestros familiares, saben muy bien qué fue lo que hicieron con ellos y ellas. Sin embargo, sostenidos por algún odio inentendible, insisten en mantener la verdad secuestrada.

La desaparición forzada es un crimen permanente que no sólo se ejerce sobre el cuerpo de la víctima, sino también sobre su familia. En nuestro presente, siguen desapareciéndoles, siguen violentándoles: a ellos, a ellas, a nosotros y nosotras: madres, hijos, compañeros, nietos. El terrorismo de Estado se sigue ejerciendo sobre nuestra sociedad toda.

Volvemos a exhortar por la verdad y un compromiso del sistema político todo. Exigimos respuestas y la voluntad política que no ha llegado para demandar que se entregue la información que sabemos las Fuerzas Armadas mantienen retenida hasta el día de hoy. Una vez más decimos que es potestad del presidente de la República dar esta orden.

A casi un año de haber hallado los restos de una compañera en la trinchera 405 del Batallón de Infantería Paracaidista Nº 14 de Toledo, continuamos sin saber su identidad. La Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad, la Institución Nacional de Derechos Humanos, el GIAF, el EAFF y nuestra Asociación continuamos trabajando para poder darle un nombre, pero es un proceso lento y doloroso ¿Cuánto más sencillo sería todo si quienes saben la verdad fuesen capaces de decirla?

Es imprescindible continuar preguntando y repreguntando. Excavar, remover, levantar toda la loza y toda la cal de todos los batallones, de todos los infiernos, de todos los silencios cómplices.

No podemos continuar buscando a ciegas: es necesario que quien tiene la información la otorgue, es urgente quebrar el silencio y romper, de una vez por todas, con la cultura de la impunidad.

Esta causa no puede ser utilizada en busca de rédito político. Aquí, no valen los discursos si no están acompañados de acciones claras que construyan memoria, verdad y justicia. No podemos dejar de nombrar que los trabajos de búsqueda en el Servicio de Material y Armamento, se encuentran detenidos hace ya dos años habiendo una zona cautelada. Las excavaciones en esta zona se encuentran pausadas por mera burocracia y actores estatales que continúan esquivando su responsabilidad y dilatando este proceso. Mientras tanto, los antropólogos aguardan para retomar sus tareas y los los familiares seguimos esperando.

Nos encontramos en un campo de disputa constante por la verdad, donde la memoria es atacada y se la intenta desfigurar; abundan los discursos negacionistas e incluso aquellos que justifican el terrorismo de Estado. Vemos cómo se investigan jueces por ejercer su función; cómo se censura al estudiantado cuando intenta manifestarse; cómo se incumple la ley al no permitir colocar una placa de memoria; cómo se cambian los planes de estudio para querer imponer una vez más el falso relato de la teoría de los dos Demonios negando o minimizando la responsabilidad del Estado y equiparándola al accionar de particulares.

Otra vez, después de tantos años, se intenta retroceder en las pocas conquistas alcanzadas. Empero, ante este embate de discursos y acciones regresivas, es nuestro pueblo el que responde y sostiene la memoria. Nuestro compromiso sigue siendo inclaudicable: defenderemos siempre la memoria y la verdad.

Nuestros desaparecidos fueron jóvenes, estudiantes, trabajadoras y trabajadores, cooperativistas, soñadoras y soñadores de futuros. Fueron hijas e hijos, madres y padres, hermanas y hermanos, vecinas y vecinos, compañeras y compañeros amados. Podrían haber sido mucho, mucho más. Pero los secuestraron. Hace más de 50 años que les estamos buscando y que seguimos esperando respuestas.

¿Cuánto tiempo más vamos a esperar? ¡Cuánta cobardía hay en la mentira y el ocultamiento!

Porque nuestros familiares continúan secuestrados hoy, es que continuamos convocándoles a acompañarnos en esta nueva Marcha del Silencio.

Aunque el tiempo corra, sabemos que no estamos solos ni solas, que siempre caminaremos junto a nuestro pueblo cada 20 de mayo, sosteniendo con amor la tarea tan grande de no olvidar. Porque desde distintos espacios se grita presente, desde el arte, las canchas y tribunas, los barrios y localidades: es que hay margaritas sembradas por doquier. Por ellos y ellas, por nuestro pueblo, es que nuestros desaparecidos y desaparecidas están y estarán vivos en nuestra memoria.

Nos negamos a olvidar, aunque se censuren margaritas, aunque las rompan: la memoria ya está sembrada. Las margaritas seguirán floreciendo y reclamando:

¡Ellos saben dónde están!

Exigimos respuestas.

Nunca Más Terrorismo de Estado

Memoria, Verdad y Justicia

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