Día Internacional de los Trabajadores
Montevideo, 1° de mayo de 2020.
Este primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras, extendemos nuestro saludo fraterno a la central obrera del PIT-CNT.
Este día nos encuentra en una situación diferente, impensada y compleja, que nos impide reunirnos como cada año; no llegaremos caminando junto al movimiento estudiantil, con nuestros jóvenes sosteniendo en alto las fotos de nuestros familiares desaparecidos, bajo una misma consigna.
Reivindicamos y recordamos en este día a nuestros desaparecidos, que fueron y siguen siendo parte del campo popular. Nuestros familiares son parte del pueblo: formaron y forman parte del movimiento obrero-sindical, del movimiento estudiantil, de los movimientos sociales. Con su diversidad de ideologías y su encuentro en una única bandera contra la impunidad.
En esta coyuntura de emergencia sanitaria y económica, saludamos la organización del movimiento obrero que a través de las ollas populares y la ayuda a las familias que han quedado sin nada, ha desplegado un manto de solidaridad que alcanza cada rincón de nuestro país, cubriendo el vacío que deja la inacción del Estado.
Es una expresión de compromiso con el otro, de empatía con el que sufre. Nos reconfortan cada brigada de obreros, de estudiantes, de cada persona que sostiene la lucha y no dejan de poner al otro delante.
Vemos, en esta organización, la misma solidaridad por la que nuestros familiares desaparecidos lucharon y por la que dieron sus vidas. A nuestros desaparecidos los impulsaba la empatía por el otro, el deseo de luchar y construir una sociedad más justa, más igualitaria. Los movía el amor y los desvelaba el sufrimiento del otro.
Fueron esas mismas ideas las que el autoritarismo y el Terrorismo de Estado quisieron apagar. Fue así que asesinaron, secuestraron, violaron y torturaron. Nuestros desaparecidos fueron víctimas del Terrorismo de Estado y, aunque no las únicas, siguen aún rehenes de la impunidad.
Quienes sembraron el terror en nuestra sociedad, jamás pudieron aniquilar sus ideas. Siguen vivas dentro de nuestro pueblo, en cada bandera alzada; se encarnan en cada mano solidaria, de las que abundan en nuestro país en estos tiempos de dificultad. Manos que nos acompañan en la lucha, que nos rodean e impulsan, que no nos dejan nunca solos.
Esta coyuntura no ha frenado ni logrará frenar la organización popular. No hay cuarentena ni aislamiento social, que detenga nuestra lucha, nuestra búsqueda y reclamo por verdad, justicia y memoria.
Tampoco ha frenado la impunidad que vemos aún presente cuando se cuestiona de forma tan ligera a la justicia, cuando se minimiza nuestra lucha y se niega la urgencia de nuestra causa.
No es la primera vez que se cuestiona el accionar de la justicia de parte de cómplices y otros actores que pretenden dar vuelta a la página de la historia. Estas mismas personas nos hablan de derechos. Ellos, que no se detuvieron en su oscuro accionar ante niños, ante madres embarazadas, ante un maestro… Que no se detuvieron ante nada. Que continúan manteniendo el horror al perpetuar la impunidad, al no decir la verdad, al no decir dónde están nuestros desaparecidos.
No hay página para pasar. No hay olvido ni reconciliación posible ante aquellos que niegan la verdad. Nuestra lucha sigue, y no en un grupo de familiares aislados, sino en el conjunto del pueblo, que se ha apropiado de esta causa y la encarna en su propia piel.
En este momento en que se ponen en juego falsas urgencias dentro de un proyecto de ley que ha ingresado al parlamento en los últimos días, recordamos y reclamamos que la verdadera urgencia es el bienestar del pueblo, sus derechos laborales, a la salud, vivienda y educación: los derechos humanos que se cimientan en el derecho a la vida, que es responsabilidad del Estado asegurar y proteger. Por eso, lo urgente continúa siendo la búsqueda por verdad y justicia, la lucha contra la impunidad y porque nunca más haya terrorismo de Estado.
Aunque las condiciones dadas debido a la emergencia sanitaria nos impiden marchar como hacemos cada veinte de mayo, junto a las fotos de nuestros familiares y codo a codo con el pueblo, no vamos a dejar pasar esta fecha de reclamo y memoria.
Los invitamos a sumarse desde sus hogares. Aunque parezca lejos estaremos más unidos que nunca, bajo la consigna “Son memoria. Son presente. ¿Dónde están?” recordaremos la lucha de cada compañero, diciendo PRESENTE luego de cada nombre.
Por Memoria, Verdad, Justicia y ¡Nunca más Terrorismo de Estado!
Hoy más que nunca TODOS SOMOS FAMILIARES.
Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos