Conferencia de Prensa 19 de mayo de 2023

Buenos días a todos y todas,

Mañana, sábado 20 de mayo, marcharemos una vez más, sosteniendo las fotos de nuestros familiares detenidos desaparecidos, como cada año desde 1996; una vez más, 18 de julio se llenará de personas reclamando por verdad, memoria y justicia, bajo la consigna de ¿Dónde Están? Nunca Más Terrorismo de Estado.

Es ésta una marcha de todos y todas. Una marcha que ha sido apropiada por la gran mayoría del pueblo uruguayo, abrazando una causa que ha entendido como justa y necesaria. No sólo es el 20 de mayo donde nos encontramos, sino en el correr de todos estos días: en el marco del mes de la memoria; son infinitas las muestras de afecto y esperanza que se han volcado en este tiempo, en forma de margaritas y fotos, en intervenciones y recuerdos diversos, en manos jóvenes y viejas, que rompen el miedo mientras sostienen la memoria.

            En esta oportunidad, volvemos a reclamar por la verdad que las Fuerzas Armadas mantienen al día de hoy secuestrada: en repetidas ocasiones hemos reclamado por una respuesta del sistema político todo. Es necesaria la exigencia de que se entregue la información que sabemos mantienen retenida. Hoy, lo exigimos con más fuerza que nunca.

La búsqueda de nuestros familiares no puede continuar siendo una búsqueda a ciegas: es necesario que quien tiene información, la otorgue, es urgente quebrar el silencio y romper con la cultura de la impunidad. Los avances son lentos e insuficientes, el tiempo corre y seguimos sin saber qué hicieron con nuestros familiares; seguimos con una justicia incompleta, que desoye el reclamo por verdad.

Es necesario que el Estado asuma su responsabilidad, así como lo dicta la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos ante el caso de “las Muchachas de Abril, de Oscar Tassino y Luis Eduardo González”. Esta sentencia debe ser cumplida en todos sus puntos; sería un gran avance y demostración de que nuestro país está dispuesto a trabajar para que verdaderamente nunca más haya terrorismo de Estado, un avance que asegure que no queremos que se repita esta oscura página de nuestra historia.

Es hoy cuando más urgente se hace la memoria y el reclamo constante de Verdad y Justicia. Las alarmas se despiertan ante discursos repetidos que intentan tergiversar la historia, bajo falsos relatos que impulsan la teoría de los dos demonios, u oscuras acciones que intentan beneficiar a criminales de lesa humanidad con la excarcelación.

Estos hechos hacen que nos encontremos en un campo de disputa constante por la verdad, mientras se dibujan proyectos que homologan los delitos cometidos por particulares con aquellos cometidos por el propio Estado, o con restricciones inauditas que debilitan la reparación integral de quienes fueron víctimas de la violencia estatal; proyectos que en su conjunto ponen en la cuerda floja los compromisos internacionales asumidos en materia del Derecho Internacional. Es por esto que nos preguntamos, ¿cuántos pasos para atrás tenemos que dar en este país en las pocas conquistas alcanzadas? Desde aquí, nuestro compromiso es inclaudicable: defenderemos siempre la memoria y la verdad.

Es este un año por demás especial, en el que se cumplen 50 años de la Heroica Huelga General, donde el movimiento obrero y estudiantil resistió 15 días al Golpe de Estado. Sin embargo, remarcamos una vez más que el Terrorismo de Estado inició antes: la prohibición de reuniones, la persecución a las personas luchadoras sociales, las torturas, la privación de la libertad, los asesinatos y la desaparición forzada; Abel Ayala Álvez abrió, en 1971, una triste y larga lista.

Es por esto que continuamos reivindicando la memoria; porque la desaparición forzada es un delito permanente, porque nuestros familiares continúan al día de hoy secuestrados. Han pasado muchos años, demasiados, y nos siguen faltando: nuestros hijos e hijas, hermanos, padres, abuelos, vecinos, compañeras, amigas… Se los llevaron hace más de 50 años, y aún hoy seguimos esperando respuestas.

En el año 2015, hicimos pública una carta abierta a nuestros compatriotas, llamando a la reflexión y pidiendo información: Hoy, seguimos esperando.

Aun así, aunque el tiempo siga corriendo inexorable, sin vencer la ausencia, nos sentimos más cobijados que nunca: porque no estamos solos ni solas, porque nos cobija todo un pueblo que ha tomado en sus manos la tarea de sostener la memoria. Un pueblo que no calla y que reclama, que sostiene su recuerdo en cada rincón impensado, en un barrio o una tribuna de una cancha de fútbol, en un muro escondido de un departamento: en cada lugar, nuestros desaparecidos y desaparecidas están y estarán. Este pueblo se niega a olvidar, aunque intenten callarlo, aunque se difundan mentiras o tapen sus consignas; en cada rincón del país y del mundo, cultivando conciencias, la memoria se sembró y se sembrará, y las margaritas seguirán floreciendo y reclamando:

 

¿Dónde están?

Nunca más Terrorismo de Estado.