33 años del asesinato de Vladimir Roslik

Ayer, 16 de abril, se cumplieron 33 años del asesinato de Vladimir Roslik Bichkov, ocurrido en el Batallón de Infantería Mecanizado Nº 9, con sede en Fray Bentos. Este médico nacido en San Javier, de padres rusos y que estudió por una beca en la Universidad Amistad de los Pueblos Patricio Lumumba, en la antigua Unión Soviética, fue detenido por militares de esa unidad castrense y falleció como consecuencia de las torturas a las que fue sometido. La autopsia “oficial” indicaba que Roslik había muerto por un paro cardíaco y que había sido detenido por “tráfico de armas”, pero testimonios posteriores, como el de Antonio Pires da Silva, que estuvo preso junto al médico, revelaron que fue torturado hasta morir y que el interrogatorio estuvo a cargo del represor Sergio Pocho Caubarrère, que permanece impune.

La viuda de Roslik, Mary Zavalkin, diputada suplente del frenteamplista Constante Mendiondo, vive en Paysandú, pero sus esfuerzos siguen vinculados con San Javier, en donde promovió la instalación del Centro de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF) Galuski y el Hogar de Ancianos Valodia (diminutivo de Vladimir y apodo con el que se conocía a Roslik en San Javier). Zavalkin hizo conocer el asesinato de Roslik ante diversos organismos internacionales, y muchos intensificaron la presión contra la dictadura para acelerar su final. La viuda del médico también se dedicó a denunciar la persecución a la que los militares sometieron a los descendientes de rusos en San Javier. Además de ser detenidos e interrogados más de una decena, junto con Roslik, los militares clausuraron el Centro Cultural Máximo Gorki y quemaron los libros y las revistas en ruso. “Se ampararon en que eran cuestiones políticas, pero en realidad lo que sufrimos fue una persecución étnica. Toda la gente a la que llevaron presa en San Javier tenía apellido ruso. Portarlo era considerado un atentado contra el país. No tiene nada que ver. Ni televisión teníamos”, dijo Zavalkin en una entrevista concedida a la agencia de noticias Sputnik en enero.

Según publicó ayer InfoRío, si bien se colocó una placa en homenaje a Roslik en las afueras del cuartel donde fue asesinado y se le puso su nombre a la ruta puente-puerto en Fray Bentos, así como a la policlínica de San Javier, no se ha logrado, en el ámbito de la Junta Departamental de Río Negro, el consenso necesario para que una calle lleve el nombre del médico.

La viuda de Roslik, Mary Zavalkin, diputada suplente del frenteamplista Constante Mendiondo, vive en Paysandú, pero sus esfuerzos siguen vinculados con San Javier, en donde promovió la instalación del Centro de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF) Galuski y el Hogar de Ancianos Valodia (diminutivo de Vladimir y apodo con el que se conocía a Roslik en San Javier). Zavalkin hizo conocer el asesinato de Roslik ante diversos organismos internacionales, y muchos intensificaron la presión contra la dictadura para acelerar su final. La viuda del médico también se dedicó a denunciar la persecución a la que los militares sometieron a los descendientes de rusos en San Javier. Además de ser detenidos e interrogados más de una decena, junto con Roslik, los militares clausuraron el Centro Cultural Máximo Gorki y quemaron los libros y las revistas en ruso. “Se ampararon en que eran cuestiones políticas, pero en realidad lo que sufrimos fue una persecución étnica. Toda la gente a la que llevaron presa en San Javier tenía apellido ruso. Portarlo era considerado un atentado contra el país. No tiene nada que ver. Ni televisión teníamos”, dijo Zavalkin en una entrevista concedida a la agencia de noticias Sputnik en enero.

Según publicó ayer InfoRío, si bien se colocó una placa en homenaje a Roslik en las afueras del cuartel donde fue asesinado y se le puso su nombre a la ruta puente-puerto en Fray Bentos, así como a la policlínica de San Javier, no se ha logrado, en el ámbito de la Junta Departamental de Río Negro, el consenso necesario para que una calle lleve el nombre del médico.

Fuente: La Diaria

El primer procesado por torturas durante la dictadura es el coronel (r) Rodolfo Gregorio Álvarez

Fue procesado con prisión ayer, por el juez letrado penal de 5º Turno, José María Gómez Ferreyra, el militar retirado Rodolfo Gregorio Álvarez Nieto, sobrino del ex dictador Gregorio Conrado Álvarez Armellino. La Justicia lo encontró culpable de “un crimen de Tortura en concurso formal con un delito de Abuso de autoridad contra los detenidos”.

La fiscal Ana María Tellechea había solicitado su procesamiento por considerar que había “elementos de convicción suficientes para imputar a Álvarez la coautoría del delito de Torturas dispuesto en el art. 22 de la Ley 18.026 de 25 de setiembre de 2006”. La sentencia detalla los padecimientos sufridos por Gerardo Riet Bustamante, dirigente del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Afines al momento de su detención “por agentes de inteligencia policial-militar” en Avda. San Martín y Bulevar José Batlle y Ordóñez el 8 de mayo de 1980, y que fue torturado sistemáticamente en dependencias militares. Según la sentencia, el 26 de junio de 1980 el entonces capitán Rodolfo Gregorio Álvarez fungió como juez militar en el establecimiento La Tablada, donde Riet estaba detenido, y le tomó declaración “en el mismo lugar en que había sido sometido a apremios físicos y sicológicos”. Riet debió firmar las declaraciones que le presentaba Álvarez, y además soportó la simulación de la muerte de su hermana, lo que le produjo en ese momento una crisis nerviosa.

Fuente: La Diaria

«Imagenes del silencio» en Fundación FUCAC

Difundimos e invitamos

El jueves 6 de abril a las 19.30 hs. se inaugura en FUCAC
18 de Julio y Pablo de María la muestra de «20 años de marchas»
Desde que ingresó a la Asociación se ha expuesto en: Barros Blancos; Empalme Olmos; AEBU Camacuá;  seccional AEBU Mercedes; seccional AEBU  Maldonado; Colonia Piriápolis AEBU.
Gracias a todos quienes nos recibieron hasta ahora y esperamos seguir en esa tarea.
Asociación de Amigas y Amigos del Museo de la Memoria

20 de mayo de 1996

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